domingo, 7 de septiembre de 2014

25ª Página: Desesperation is not an option.

Aquí estoy de nuevo mis queridos bloceros, otra vez en plenos exámenes y sin una gota de imaginación pero esta vez estoy aquí como mensajera de energía y fuerza para todos aquellos que se estén desanimando con los exámenes de septiembre.

Yo también soy una de las personas que se ha tirado currando todo el verano, sacando dinero de hasta debajo de las piedras y estudiando como si no hubiera mañana para poder superar todas las asignaturas que ha suspendido en junio. Pero aqui viene lo peor, creo que no voy a poder recuperarlas, a pesar de que me he esforzado y trabajado mucho este verano.

¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema? 
Que yo estudio una carrera de ciencias jodida, matemáticas, y para añadirle emoción y dificultad es mi primer año, es todo muy confuso y nada se parece a lo que he visto en toda mi vida. Y sí, realmente en esta carrera se habla en otro idioma.
Pero para mí, que sea difícil no es una escusa como para suspender nada. No me parece motivo suficiente para fracasar (sí, no me gusta nada perder). Pero cuando eres así, ¿qué ocurre en tu mente cuando te presentas a un examen habiendo estudiado mucho y apenas puedas contestar? Pues en mi caso, me explotó y se convirtió en chocapic—es bromi, pero estuvo a punto de darme un derrame o algo.
Y es que después de pasarte todo el verano estudiando esa asignatura y de estar más de cinco horas en ese examen , salir sabiendo que has suspendido es realmente desesperanzador. Reconozco que en el momento me derrumbé muchísimo, porque había invertido todo el verano en prepararme esa asignatura, dejando de lado la que aún me queda por presentarme. De hecho casi decido dejar la otra asignatura y no estudiarla estos seis dias que me quedaban.
¿Pero sabéis qué? 
La desesperación en estas carreras NO es en absoluto una opción, los exámenes son una lotería en las que a veces se gana y otras se pierde. Puede que en un examen llevándolo genial suspendas pero es así. Son así las carreras de ciencias. Lo importante para llegar a ser algo en esta vida es ser constante y no rendirse jamás. Así que para todos aquellos que lo están pasando mal estos exámenes: 
¡Desesperation is not an option! ¡Stay strong!


miércoles, 30 de abril de 2014

24ª Página: Desvaríos y reflexiones varias.

"Para no sumirnos en la monotonía, hoy que tengo sueño —aunque no puedo dormir — voy a hacer un poco de escritura automática, aunque más que automática va a ser psicóticamente aleatoria pues quien se adentre en el texto aquí presente puede que acabe como una servidora ". Melanctha.
Nota: Como esto es una entrada sin importancia, que no tiene ningún valor literario (aunque nada de este blog lo tiene) voy a hacer que ocupe menos espacio. La entrada continúa, si quieres seguir leyendo este truño, adelante, haz click en "Más información"


jueves, 20 de febrero de 2014

23ª Página: La preciosa casa de los hambrientos.

Me gustaba aquella casa, y yo necesitaba un lugar donde vivir. Su cocina era enorme, con una gran mesa de madera de roble y una isleta precios adonde podías cocinar. El baño tenía jacuzzi, un gran espejo y una bonita lámpara colgada del techo y las habitaciones eran enormes y generosas, con grandes armarios y camas super cómodas y el comedor era lo mejor; tenía un sofá en el que podría pasarme horas y una gran televisión de pantalla plana en el que podía verle los granos maquillados a la presentadora. Los dueños eran muy agradables, una pareja muy encantadora que tenía dos hijos de 11 y 15 años, vivían justo encima de donde yo iba a vivir, era una especie de casa compartida en la que había dos plantas, la de arriba para ellos y la de abajo para los inquilinos. Me parecía bien, sobre todo porque podríamos llamarlos en cualquier momento por si hubiera alguna incidencia. Y yo necesitaba una casa.
El problema estaba es que me daba mal rollo, porque justo antes de venir yo hubo una incidencia con dos de los anteriores inquilinos (el tercero estaba bien, por suerte). Una chica asesinó a otro brutalmente y se lo comió porque "tenía mucha hambre" y después se ahorcó con el cinturón de su albornoz dejando una nota "explicativa" y pidiendo perdón. El tercer inquilino (un poco mayor ya para vivir de inquilino) justo estaba fuera de casa cuando pasó lo ocurrido y descubrió todo el pastel. Pero he hablado con él y parece que no tiene trauma alguno.

He decidido quedarme, además por el incidente me han rebajado (aún más) el precio. Por ese dinero no creo que vaya a poder vivir tan bien como creo que lo voy a hacer aquí. Además me han dado la habitación más grande de todas (aunque parecía que el otro inquilino, Juan,  no estaba contento con eso, creo que él quería la mas grande y al final se ha quedado con la mediana. Me sorprende que el que tenía la habitación más pequeña fuera el superviviente. Es extraño)


Llevo dos meses viviendo aquí y estoy genial. Hace escasamente tres semanas vino una inquilina nueva, decía que se llamaba Ania y que era modelo de tallas grandes. Sí, la verdad es que ahora que lo pienso la muchacha estaba un poco gordita y era muy MUY guapa. Nos llevamos bien, yo le tenía mucho aprecio porque me ayudaba a hacer la comida y compartíamos los gastos de la casa (El papel higiénico, el aceite...) . En cambio nuestro amigo Juan estaba cabreado todo el día, yo creo que nos odiaba por sustituir a sus queridos amigos. La verdad es que no lo entendía, y si soy sincera, no me importaba lo que pensara.
Cada día odio más a ese tipo
Juan hace dos semanas que hace cosas extrañas por la noche, cosas muy extrañas, se pone a taladrar a las dos de la mañana, mueve muebles, habla solo ¿?¿?¿?¿?
En fin, que me parece que ya es hora de que me largue de este estúpido sitio, cada día lo odio más, su cocina cursi, su gran pantalla que hace que me maree... No se si es este puto piso o el aura de maldad, de maña intención que tiene Juan. Hoy me he dado cuenta de que ese tío tiene mirada de asesino, y no me mola un pelo.

He hablado con mis padres y me han dicho en que están de acuerdo, que no les importa que me vaya del lugar si me da malas vibraciones, que puedo volver a casa o cogerme otro piso (aunque sea mas caro). Supongo que mañana se lo diré a Ania, y ese mismo día, aunque sea a mediados de mes me largaré rauda y veloz para no volver a entrar. También tendré que decírselo a Juan — Seguro que se alegra.
Hoy es un día alegre, sale el sol, cantan los pájaros y yo me voy a mi casa por la tarde. Juan ha salido a por no sé que cosas y yo estoy perdiendo el tiempo viendo la tele y terminando de hacer la maleta. Aun no les he dicho que me iría esta misma tarde a mi casa y que jamás volvería a este piso, supongo que se lo diré a la hora de marcharme. No me gustan las caras tristes ni las despedidas, aunque solo sea la de un compañero eso me hace ponerme triste a mi, y ¡no! hoy es un día feliz porque salgo de aquí de una vez por todas.
De repente Ania está muy rara, está como arrasando todo lo que hay en la nevera, así como que no quiere la cosa. Vale que esta gorda, pero joder, es imposible que le quepa tanta comida en su estómago así que voy a ir a ver a la cocina a hablar con ella porque no es normal. Estoy hablando con ella y ni si quiera quiere contestarme, esta tan ocupada comiendo que creo que ni se ha dado cuenta de que yo estoy ahí. Estoy dándome cuenta de que se esta comiendo la carne CRUDA y eso es muy preocupante, sobre todo sabiendo lo que pasó aquí hace un tiempo atrás y así, mientras ella rebuscaba encontré ( y ella también lo encontró) un bote extraño con unas pastillas en las que ponía "Dynanose" y lo que más me extrañase, es que a pesar de que nunca a nadie de la casa había visto tomarse esas pastillas, ¡estaba el bote casi vacío! En realidad sólo quedaban dos pastillas. Ania se ha vuelto loca y en cuanto las ha visto quiere tomarse también esas pastillas, y mientras forcejeamos no para de decir "Tengo hambre, tengo hambre, déjame que tengo hambre". La verdad es que estoy realmente asustada de lo que pueda pasar aquí. Así que en un ataque de histeria he podido arrebatarle el bote de pastillas y encerrarme en el cuarto de baño.

Es extraño, porque en el baño hay dos velas, una encendida, y la luz no funciona. Tengo miedo, sobre todo por Ania así que voy a llamar al 112. Me dan dos tonos pero enseguida me atiende una sudamericana muy atenta. Le estoy contando todo lo que esta pasando aquí y no me esta haciendo caso, me esta atendiendo como con aburrimiento e incluso se ha reído de mi. Se ha reído de todo lo que le he contado y luego simplemente me ha colgado. No se que hacer, estoy muerta de miedo así que voy a llamar a mis padres aunque les cueste llegar hasta aquí para rescatarme.

No da tono, no da nada, y la lámpara empieza a gotear un líquido extrañisimo que DUELE mucho, como si fuera ácido o agua muy muy caliente, y está empezando a moverse. Creo que todo esto es una broma macabra del otro compañero, o es que parece que quiere llevarme a un ataque de histerismo y salga ahí fuera a esperar a que Ania se me coma. No entiendo nada. Me he dado cuenta de que justo debajo de una bombilla hay una cámara, y en cuanto la he visto ha empezado a zarandearse más y más fuerte. Estoy segura de que ha sido mi otro compañero y nos está puteando, creo que nos odia y quiere que nos matemos entre nosotras ( o que ella me mate a mi, se coma mi cadáver y se suicide por sentimiento de culpabilidad) En fin, estoy pensando que hacer mientras la llama de la última vela se comienza a apagar —Todo el mundo sabe que odio los baños a oscuras.


Creo que voy a salir sigilosamente (ahora que no está haciendo guardia en la puerta) y voy a escuchar dónde está y encerrarme en otro cuarto. Abro la puerta sigilosamente, sin que haga ruido y la escucho rebuscando por mi habitación así que como no hay que pasar por delante de mi habitación para llegar a la cocina, voy a intentar llegar a ella, encerrarme y luego salir por la puerta de atrás para poder llamar a los dueños y que me ayuden con este gran problema. Empiezo a correr como alma que lleva el diablo, a correr y a correr lo mas silenciosamente posible —Ella se ha dado cuenta. Ania ha empezado a gritar "¡¡Tengo hambre!! Ayúdame". Y justo mientras la veia acercarse he conseguido cerrar la puerta y atrancarla con una silla de madera. Es divertida esta situación porque la puerta de entrada NO SE ABRE.

Esta si que es buena, estoy encerrada con una señorita gorda y con apetito que esta esperando en cocinar a la brasa mi suculenta carne. Ideal. He comenzado a rebuscar para ver si veía algún arma que pudiera herir a Ania, dejarla atontada pero que no la matase. No quiero matar a nadie jamás, no seré yo quien le quite la vida a una buena amiga. Pero todo lo que he visto han sido cuchillos jamoneros, cuchillos normales y bueno, cubiertos que estoy segura que no atontarán a esta muchacha. He pensado en darle en la cabeza con la tostadora, pero es muy arriesgado que no tenga la suficiente fuerza que hay que tener para dejarla inconsciente o algo. Pero, un momento... Mientras miraba la tostadora he visto algo brillando y es... es una cámara. Ese loco ha estado observándonos siempre, ha estado escuchando nuestras conversaciones y viéndonos desnudas, y ahora estoy segura que ha sido él el que ha montado todo esto.

Gracias Juan, gracias por querer matarme.


Estoy sentada, mirando a la pared esperando la muerte mientras Ania, grita y embiste con su propio cuerpo la bonita puerta de la cocina porque se le ha acabado toda la comida que teníamos nosotras en nuestro cuarto. Sigue gritando "Tengo mucha hambre, tengo hambre". Creo que me voy a tener que resignar y luchar a muerte con lo que se ha convertido un monstruo. Para no alargar la espera voy a coger el cuchillo jamonero y voy a abrir la puerta para que tenga acceso a mí. Mientras quitaba la silla, de repente oigo como otra persona embiste la puerta y justo mientras Ania abre la de la cocina aparece por la puerta de entrada Juan con la cara y la ropa llena de sangre y con una gran escopeta entre sus manos apuntando a Ania y ¡Pum! le dio en la cabeza.
Ahora todo es oscuro.
Cuando me he despertado, no sabía donde estaba, estaba aturdida y cuando conseguí recobrar el sentido y ordar todo lo que había pasado, el miedo, la muerte de Ania, me dí cuenta de que estaba cubierta de sangre sobre mi cama y Juan estaba sentado a mi lado mirando al horizonte. ¿Me ha salvado la vida?
"¿Qué acaba de ocurrir, Juan?
"Acabas de presenciar la muerte de tu querida amiga Ania, y yo también la muerte de toda la familia Sohön"
Me acabo de dar cuenta que estoy mirándole con la misma cara que pone un niño cuando sus padres le dicen que los bebés no los trae una cigüeña. Él esboza una sonrisa y comienza a contarme todo lo que ha pasado.
"La familia Sohön está enferma, sabía que  pasaba algo con esa gente pero no sabía qué. Mis amigos murieron de forma extraña, y desde que llegasteis vosotras estuve investigando sobre las cosas que dan «mucha hambre» y descubrí un montón de pastillas que podían hacer ese tipo de efecto, pero supongo que a muy baja escala. Hoy, hoy me he ido a la farmacia a investigar y aun par de sitios mas a hacer recados y cuando me he dado cuenta de que estabais las dos solas y la familia no había salido de su casa he sentido un deseo impredecible de venir aquí. Sabía que era esa familia diabólica, no se como. 
Sin entrar a la casa ya escuchaba a Ania decir que tenía mucha hambre, así que decidí subir, pero la puerta de entrada estaba cerrada con las dos cerraduras, y sólo tenía la llave de una así que decidí romper la puerta tal y como me viste que la rompí yo arriba y subí a casa de los Sohön, donde curiosamente su puerta estaba abierta. Olía a palomitas y se escuchaba a los chicos reír de fondo. Estaban teniendo una tarde muy familiar delante de la gran pantalla que tenían en el comedor de quinientas mil pulgadas. De hecho se estaban divirtiendo con tu sufrimiento y con el de Ania, se estaban riendo de la cara de agobio que tenías y decían tranquilamente que era evidente de que no ibas a tener agallas para matar a Ania y que ibas a ser devorada sí o sí, y esa era su parte favorita. Ellos lo habían preparado todo para que justo mientras yo estuviera fuera de casa pasase lo mismo que con mis otros compañeros. Ellos mataron a mis amigos y no me pude contener y comencé a dispararles  a todos. Primero a los hijos, para que se el alma de los padres se rompiese mientras veían morir  sus hijos y después a los padres y en cuanto pude vine a salvarte a ti y como ya sabes, maté a Ania"
"¿Y qué vamos a hacer ahora?"
"Tu puedes decir que tu compañero se ha vuelto loco y los ha asesinado a todos, y que tu eres la única superviviente que tuvo suerte y justo se escondió debajo de su cama, yo puedo huir"
"Me parece que no, me voy contigo, huiré contigo, te lo debo."
En ese momento me pareció ver un atisbo de malicia en su gesto y sus ojos centellearon en la penumbra.



lunes, 17 de febrero de 2014

Otro punto y aparte (para variar) — Los mejores días de nuestras vidas

Nota del autor:
Bueno, para variar voy a escribir otro punto y a parte ¿Por qué? os preguntareis, pues porque amigos, las matemáticas me tienen absorbido el cerebro y ahora mismo no tengo ni una pizca de imaginación de sobras (porque para las demostraciones que tengo que hacer — mejor dicho, que se me tienen que ocurrir — es necesaria una imaginación sobrehumana). En fin, hago una entrada casi por obligación, porque hace mil años o mas que no escribo y también en réplica a una injusta entrada de la vida de universitario. 
¡¡Chicos, no os amedrentéis que esto mola!! 
En fin, sin más preámbulo:


Bueno chicos, no os voy a mentir, en realidad esta vida es un poco mierdas, es como una gran caca rebozada en purpurina, que de lejos brilla y parece que gusta pero cuando te acercas la mierda ya empieza a oler mal —este regustillo a mierda ya se empieza a tener en 2º de bachiller.
Pero no es tan malo como parece que lo escribo, claro que tienes más responsabilidades, tienes que hacer tu el papeleo, cuidarte de ti mismo, ser responsable y no sobrepasarse con las horas de salir e ir a todas las clases y sobre todo estudiar mucho y todos los días. Además a veces tienes que comer mal, o por falta de tiempo o porque en la residencia no te dan de comer, y empiezas a tirar de pizza, y guarradas varias que venden en el super. No tienes a quien te cocine, te limpie y te haga la colada —aunque en mi caso, la mayoría de cosas ya no las tenía. En fin, que es una gran putada.

Pero también puedes verlo de otro modo; puedes verlo de MI modo.

Primero, te dedicas a lo que te gusta (o menos te disgusta (;  ), estudias mucho, sí, pero es algo que te llena, que te interesa y que te gustaría saber más y más. No tienes a nadie que te ayude con las "cosas de casa" pero al mismo tiempo sientes independencia, tu te cuidas a ti mismo y nadie mas ¡Eres un adulto!
Haces nuevos amigos en la gran ciudad, y como suelen decir en mi pueblo "Dios los cría y ellos se junta", con esto me refiero a que conocerás a gente que se parezca en muchos sentidos a ti y puede que muchos de ellos comprendan tu forma de pensar e incluso compartan tus mismos gustos.
Y los amigos que hagas, seguramente, sean para toda la vida.

También se sale de fiesta, a ver, soy sincera, se sale de fiesta muchísimo menos que antes, MUCHÍSIMO MENOS, pero a mi me llenan muchísimo MÁS. Me refiero a que tienes un montón de sitios para ir de fiesta, con un montón de gente nueva.

Claro que hay cosas malas, y muy malas además (eso de estudiar todos los santos días ¿a quien le gusta?) pero merecerá la pena, creedme cuando os digo que al final hasta os gustará ese olor a caca y cuando terminéis la carrera os preguntareis ¿Y que hago yo ahora sin nada que estudiar?


Pd: Siento la redacción, tengo sueño y estoy cansada (son justo las 12 de la noche) , y no tengo ganas ni de corregirlo, espero que no os cueste mucho entender las ideas que aquí expongo.
Espero volver a escribir pronto.