martes, 10 de abril de 2012

2ª Página: Extraña amistad.


El aroma de cada endeble gota de lluvia me provocaba un estado placentero que me alejaba de mi problemática vida. A su vez el sonido de Led Zeppelin acariciaba cada parte de mi cuerpo que hacía que olvidara de todo cuanto he vivido y fue entonces cuando él me susurró al oído: 
“Nunca te dí por perdida, amiga.”

No hay comentarios: